Empleo con Apoyo: un proceso de apoyos naturales para lograr una inserción óptima

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“El trabajo más productivo es el que sale de las manos de una persona contenta”

Esta cita es de Víctor Pauchet. Y estamos 100% de acuerdo.

Que el trabajo dignifica a las personas, eso ya lo sabemos.

Tener un empleo estable, con unas condiciones laborables óptimas, nos permite sentirnos realizados y realizadas, sentir que somos útiles e importantes y, sobre todo, poder desarrollar nuestro proyecto de vida.

Hasta ese punto es importante.

Sin embargo, no todo el mundo cuenta con las mismas oportunidades a la hora de encontrar un puesto de trabajo que le permita desarrollarse (y si a eso le sumamos los contratos precarios y demás obstáculos, la cosa se complica).

Es ahí donde entra la figura del preparador laboral, para implementar la metodología del empleo con apoyo y lograr que la persona pueda aprender y ejecutar su trabajo mediante un proceso de adaptación y apoyos naturales.

De eso queremos hablarte hoy.

Vamos allá.

¿Qué es el Empleo con Apoyo y por qué es tan importante?

Empecemos por una definición básica:

Se entiende por empleo con apoyo el conjunto de acciones de orientación y acompañamiento individualizado en el puesto de trabajo.

Estos apoyos son prestados por preparadores laborales especializados, que tienen por objeto facilitar la adaptación social y laboral de trabajadores con discapacidad con especiales dificultades de inserción laboral, en empresas del mercado ordinario de trabajo.

Pero no solo eso, sino que las condiciones de su puesto de trabajo deben ser similares a las del resto de los trabajadores que desempeñan puestos equivalentes.

Para ello, el preparador laboral media con la empresa y comienza un proceso de entrenamiento con la persona para suplir la falta de experiencia o cualquier tipo de carencias.

Este entrenamiento tiene que ver tanto con los factores relacionales como con el desarrollo técnico de las tareas a realizar dentro del puesto de trabajo, como puede ser:

  • La realización de una tarea concreta.
  • El uso de una herramienta.
  • El funcionamiento de un proceso.
  • Dudas sobre seguridad.
  • Etc.

Paso a paso, hacia la autonomía y la autoeficacia

Como preparadores laborales estamos muy presentes dentro de la empresa, y durante el proceso tenemos relación tanto con esta, como con la persona y su familia.

Y es que esa es una de las bases fundamentales de nuestro papel: mediar con todos los factores que tienen que ver con la estabilidad dentro del puesto de trabajo.

Es así como, poco a poco y de forma natural, la persona va adaptándose y afianzándose a su puesto de trabajando, sabiendo que aporta valor y sintiéndose realizada.

Algo básico a la hora de desarrollar un proyecto de vida óptimo y, por qué no decirlo, ser más feliz.

Proceso del Empleo con Apoyo y la preparación laboral

Todo comienza cuando recibimos a la persona interesada en recibir nuestro apoyo.

En ese punto se elabora un perfil, y acorde a este perfil se comienza con la prospección empresarial.

Así, empezamos a visitar a las empresas y les exponemos aquellos perfiles que creemos pueden encajar en los puestos de trabajo que necesitan cubrir.

Es aquí, una vez presentada la candidatura, cuando resulta común que la persona nos pida que le acompañemos a la entrevista. O el propio departamento de recursos humanos de la empresa prefiere que asistamos a esta primera toma de contacto.

Al final, nuestra tarea es intentar acomodar tanto para la persona como para la empresa la adaptación al puesto y el proceso de inserción.

Y es que cuando alguien entra nuevo en una empresa, sobre todo desde la Salud Mental, es muy importante intentar amortiguar el estrés o la ansiedad derivados de los primeros días.

Ahí está la figura del preparador laboral para que ese reto pueda superarse y lograr una inserción exitosa.

¿Cuánto dura el apoyo?

Nosotros marcamos una temporalidad del apoyo en función de las necesidades de las personas, pero no nos retiramos nunca del todo.

Una vez ha entrado la persona en la empresa, buscamos apoyos naturales dentro de la esta. Y una vez existen esos apoyos, se va haciendo menos presente la figura del preparador laboral.

Aunque, por supuesto, siempre estamos presentes.

Por lo que si de forma puntual resulta necesario intensificar nuestro apoyo, lo hacemos de forma natural para luego retirarnos de nuevo poco a poco.

De esta manera, lo habitual es un apoyo intenso durante los primeros meses y después dar paso a una retirada progresiva.

Un apoyo constante para lograr una inserción exitosa

Al final, el contacto con el preparador laboral es constante, y apoyamos tanto dentro del horario laboral como fuera.

Un ejemplo claro de esto es la ayuda que prestamos a la hora de buscar y elegir una vivienda, o incluso a la hora de buscar un ocio que motive a la persona.

Sin embargo, es importante remarcar que donde más presentes estamos es dentro del entorno laboral, mediando para que la relación con compañeros, superiores y recursos humanos sea lo mejor posible.

El objetivo es que el puesto, una vez conseguido, acabe manteniéndose en el tiempo y conseguir un contrato con buenas condiciones.

Y los datos han mejorado mucho

Desde que hemos implementado la figura del preparador laboral han mejorado mucho los datos: hemos pasado de un 35% de puestos mantenidos en el tiempo a un 91%.

Y además:

  • Se han atendido a 87 personas.
  • 33 contratos formalizados de los que se han beneficiado 22 personas.
  • 11 contratos indefinidos.

Se dice pronto, pero lograr que el 91% de personas apoyadas hayan mantenido su puesto de trabajo es un gran paso hacia la integración y, sobre todo, hacia una sociedad mejor.

Y para nuestro equipo no hay mayor logro que ese.

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